La Gula: demasiados potenciadores del sabor

Autor de la imagen: Lumiago

[ACTUALIZACIÓN: En Supermercados Día también hay un producto congelado basado en la gula que está libre de aditivos. Se trata de «Estrellas con gambas sabor a ajo»].

Esta semana me voy a ocupar de las «angulas de los pobres», también conocidas como gulas. Se trata de un sucedáneo cuya invención se atribuye a la empresa Angulas Aguinaga que buscaba un producto parecido a las angulas, pero más económico y que no dependiera de su poca disponibilidad. La angula es el único alevín cuya captura y comercialización está permitida. El precio de un kilo de esta exquisitez culinaria ronda los 400 euros en temporada de poca demanda.

Así, mientras que la angula es un pez (la cría de la anguila), la gula, además de uno de los siete pecados capitales, es en realidad surimi, es decir, una mezcla de carne de distintos pescados. Es como una salchicha, pero con carne de peces. Quienes han probado la angula aseguran que el sabor de ambas no se parece en nada, pero como la mayoría de los consumidores desconocemos su sabor, nos da igual que se parezca o no.

Una última aclaración, como el nombre de «gula» y la marca «Gula del Norte» están registradas por la empresa Angulas Aguinaga, otros fabricantes utilizan otras denominaciones como anguriñas, rallado de mar, supremas de Aguinaga, reinas de Aguinaga y cosas así. Lo de «Aguinaga» no es haciendo referencia (teóricamente) a la empresa que «inventó» las gulas, sino a una localidad navarra que se llama así, aunque en realidad lo que pretenden es evocar el nombre de «gula» sin hacerlo.

Tabla comparativa de aditivos en las gulas

En la tabla comparativa de las gulas se puede comprobar que hay tres marcas que se libran del color rojo:La Flota del Norte (de supermercados Lidl) que es la única que no declara aditivo alguno; Flete (de Aldi), que solo contiene almidón, que es inofensivo; y Javimar que, además de almidón, añade sorbitol (E-420) y alginato de sodio (E-401), cuya única posible consecuencia es un efecto laxante en caso de consumo excesivo, pero sin consecuencias negativas para la salud.

La inmensa mayoría de las demás añade potenciadores del sabor, como el E-621 y E-635, glutamato monosódico y 5′ ribonucleótidos disódicos, respectivamente. Del primero ya he hablado muchas veces, (dolor de cabeza, congestión facial, desaconsejado para los asmáticos, niños y bebés). Y con el segundo también hay que tener cuidado porque se descompone en ácido úrico, lo que es malo para la gota. Pero, lo peor de todo, es que se trata de una forma de engañar al paladar y muchas veces se utiliza para ocultar una materia prima de baja calidad.

También en la tabla aparecen marcas con el E-451 y el E-452, que son fosfatos (disminución de la absorción de calcio, magnesio y hierro); y otra que incorpora el E-407, carragenanos, (riesgo de úlceras, reducción de la absorción de calcio y potasio, debilitamiento del sistema inmunitario…, e incluso alguna posible relación con el cáncer).

Por cierto, que he añadido una última columna para especificar qué marcas añaden azúcar al producto, siguiendo la petición de Maferes, una lectora del blog, ya que ella procura evitar la ingesta de azúcar en su dieta. Pues bien, en este caso son dos las gulas que llevan azúcar añadida.

En conclusión: en lo que a aditivos se refiere, solo tres marcas son interesantes, una refrigerada, otra en conserva y otra congelada, concretamente: La Flota del Norte, Flete y Javimar.

Fuentes:
– “¿Veneno en su plato?”. Editado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
– “Guía completa de aditivos alimentarios“.
– “Tabla de aditivos. Los números E“