Atendiendo la petición que me hizo una lectora, Elena Perona, hace unas semanas, hoy me voy a ocupar de los palitos de surimi, un producto del que, la verdad, no he encontrado demasiada variedad en el mercado. Su nombre, de origen japones, al parecer significa «músculo de pescado picado» y es eso, precisamente: pescado de carne blanca que es triturado y convertido en una masa homogénea a la que, posteriormente, se le da forma cilíndrica.
Es un proceso que guarda bastante similitud con la elaboración de las salchichas, así que su principal peligro es el mismo: se puede fabricar con carne de pescado de baja calidad porque el consumidor no apreciará la diferencia (para eso se utilizan también los potenciadores de sabor). En este vídeo se puede ver el proceso de elaboración del surimi.
Aquí está la tabla comparativa:
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| Tabla comparativa de aditivos del surimi |
Como se puede observar, excepto en el caso de Carrefour, lo que abundan son los potenciadores de sabor. Esta familia de aditivos lo que hace es, básicamente, engañar al paladar haciendo creer al consumidor que está tomando un producto de más sabor y mejor calidad de la que realmente tiene; además, estimulan el apetito, con lo cual acabas comiendo más cantidad de producto del que debieras.
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| Imagen tomada por Pietro Izzo |
El que está presente en todas las marcas menos en una es el glutamato monosódico, E-621, que ya he comentado muchas veces, y del que solo recordaré que se le relaciona con el síndrome del restaurante chino (dolor de cabeza, congestión facial…). Se recomienda a los asmáticos que eviten su consumo, así como a niños y bebés.
Otros potenciadores que aparecen en la tabla son el E-631, inosinato disódico, y el E-635, 5-ribonucleótido de sodio. Ambos se transforman en ácido úrico una vez ingeridos, por lo que pueden presentar problemas de gota.
La única marca que no contiene ningún potenciador de sabor, lo que puede indicar que el producto que utilizan es realmente de buena calidad, es Carrefour. Lo malo es que añaden otros aditivos desaconsejables como el E-450 y el E-451 (difosfatos y trifosfatos de sodio), que pueden provocar una disminución de la absorción de calcio, magnesio y hierro en el organismo, desequilibrando el equilibrio calcio/magnesio lo que puede conllevar la aparición de osteoporosis y depósitos calcáreos. También incorpora el E-420, sorbitol, un edulcorante que aquí funciona como estabilizante. Este aditivo, tomado en grandes cantidades, puede producir desarreglos intestinales. Es una lástima que Carrefour utilice fosfatos y sorbitol, lo que le hace bajar varias posiciones en la tabla. Si no fuera por eso, sería el más recomendable ya que, además de no utilizar potenciadores de sabor, tampoco añade el colorante E-120, cochinilla, que además de ser una asquerosidad (se obtiene machacando insectos), puede generar reacciones alérgicas como asma o perturbaciones gastrointestinales.
Lo que sí está muy claro es que el más desaconsejable de todos es Bahía Calma de Aldi ya que contiene un total de 10 aditivos, incluyendo los habituales carragenanos, E-407, de los que tantas veces he hablado.
En definitiva, al igual que las salchichas, este es un producto para un consumo muy esporádico; yo no lo recomiendo para tomarlo de manera habitual. Hay otras formas más sanas de tomar pescado sin tener que atiborrarse de aditivos. Si tuviera que decidirme por una de estas marcas, me quedaría con la de Supermercados Día, que presenta los mismos aditivos que Krissia, pero es más barata.