Tras su consumo, se metaboliza rápidamente convirtiéndose en compuestos comunes en la dieta humana: ácido láurico, etanol y el aminoácido L-arginina. La autorización de su uso como aditivo es muy reciente, por lo que aún no existen muchos estudios sobre su posible toxicidad. De momento se considera inocuo para la salud.