Su consumo no es recomendable por varias razones:
- Su aprobación se realizó basándose exclusivamente en estudios encargados y pagados por los propios fabricantes que no llegaron a hacerse públicos. Por tanto, no son pocas las voces que exigen nuevos estudios, y que estos sean independientes.
- En estudios con animales de laboratorio, se han observado la aparición de alteraciones genéticas, incrementos de colesterol y glucosa en sangre, así como posibles procesos cancerosos.
- Un consumo continuado de edulcorantes artificiales puede favorecer la aparición de obesidad y diabetes.
Fuentes
– ¿Veneno en su plato?
– Guía completa de aditivos alimentarios
– Guía definitiva para interpretar etiquetas alimentarias
– Prueba de genotoxicidad de edulcorantes bajos en calorías
– Estudio sobre reacciones alérgicas a compuestos que contienen azufre
– Evaluación comparativa de la diabetogénica en edulcorantes artificiales
– Estudios citogenéticos in vivo en ratones expuestos a acesulfamo K