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Snacks: El paraíso de los potenciadores del sabor

Llegó el momento de echarle un vistazo a los snacks o aperitivos, aunque dejaremos las patatas fritas para una entrada posterior. Como muchos otros, este es un alimento cuyo consumo debe ser muy esporádico ya que contiene demasiadas grasas y, en general, poco saludables.

En esta ocasión no he pretendido ser exhaustivo, puesto que existen en el mercado decenas y decenas de marcas y productos diferentes; pero como contienen muchos aditivos en común, he tomado varias muestras de ejemplo que nos servirán para reconocer los aditivos más utilizados, fijándonos en aquellos que sean potencialmente perjudiciales, para poder huir de ellos. Incluso me permitiré el lujo de recomendar alguna marca que he encontrado sin apenas aditivos.

Este sector está dominado por la compañía Pepsico, que además de refrescos como Pepsi, comercializa las marcas de snacks: Cheetos, Matutano, Doritos, Lays o Ruffles. En general, lo que más abunda son los potenciadores de sabor. Concretamente los siguientes:

E-621 (glutamato monosódico). Ya me he referido a él en entradas anteriores. Solo cabe recordar que este aditivo evita la sensación de saciedad, por lo que su consumo incita a seguir comiendo el producto, además se le relaciona con el «síndrome del restaurante chino«, y también existen algunos estudios científicos con ratones que relacionan su consumo con la destrucción de neuronas.
E-627 (gualinato sódico). Este potenciador del sabor no cuenta con tantas contraindicaciones como el anterior, pero tampoco está libre de sospechas. Según algunas fuentes debe ser evitado por quienes padecen de gota, y otras lo relacionan con alergias, hiperactividad, asma… Su origen es fundamentalmente animal, por lo que está desaconsejado para los veganos.
E-631 (inosinato sódico). Muy parecido al E-627. También existen llamamientos a la prudencia sobre su consumo, que además se desaconseja en embarazadas, lactantes y niños. Su origen es fundamentalmente animal, por lo que está desaconsejado para los veganos.

BocaBits de Matutano es uno de los pocos
que casi no contiene aditivos

E-635 (ribonucleótidos disódicos). Este aditivo se obtiene de la mezcla de gualinatos y de inosinatos (es decir, aditivos como el E-627 y el E-631). Por lo que son de aplicación las precauciones acerca de ambos.

Pues bien, casi todas estas marcas utilizan una amplia combinación de estos potenciadores del sabor, dos o tres de ellos de manera conjunta. Cabe recordar que este aditivo supone más bien un «engaño» al paladar, puesto que nos hace creer que lo que estamos comiendo está más rico de lo que realmente está.

Otro aditivo muy presente es el E-508, cloruro potásico (un sustituto de la sal común) que tampoco hay que tomar alegremente tal y como ya comenté con anterioridad.

En el apartado de los colorantes (que son absolutamente innecesarios), además del inofensivo E-160c, paprika, encontramos el 160b, annato, que ya mencioné cuando los quesos rallados, y que se relaciona en algunos casos con alergias y eczemas si se consume en demasía. Pero el peor es el colorante caramelo, E-150d, del que ya he hablado anteriormente, y que, por ejemplo, California ha añadido a su lista de sustancias cancerígenas. A propósito de esto, me llama la atención cómo las marcas tratan de confundir al consumidor incluyendo mensajes en el etiquetado como el de Doritos Tex-Mex: «Sin colorantes artificiales».
Efectivamente, utiliza annato y caramelo, colorantes que la legislación española califica como «naturales», lo que no significa que sean inocuos para la salud. Por ejemplo, todos estos colorantes están desaconsejados por la HACGS (Hyperactive Children’s Support Group -prestigiosa organización británica que estudia y apoya a los niños afectados por hiperactividad-).

En el sector de las marcas blancas, el panorama no es mucho más halagüeño. Además de todos los aditivos ya comentados, encontramos otros poco recomendables como el E-120, cochinilla, que básicamente es un insecto machacado como ya comenté; Otros, como el snack horneado de maíz de Carrefour contiene fosfatos, y también el E-1450 (Octenil succinato sódico de almidón), un espesante cuyo origen puede ser derivado de maíz transgénico y que, según algunas fuentes, puede incidir en el desarrollo de hiperactividad.

Aunque el menos recomendable es el Aperitivo de Trigo (frito y aromatizado) de la marca Día ya que contiene los aditivos E-310, propilgalato, que puede ocasionar irritación gástrica o cutánea según la unidad de alergias infantiles del Hospital La Fe de Valencia. Además contiene el E-320, Hidroxianisol butilado, que está desaconsejado por la HACGS debido a que puede producir (o intensificar) la hiperactividad.

Cocktail de snacks de Hacendado es el más recomendable

En conclusión, la mayoría de los snacks vienen cargados de aditivos, especialmente potenciadores del sabor. De los 18 tipos diferentes que he observado, los únicos que se salvan son los BocaBits de Matutano (aperitivo con sabor a carne, pero que no lleva nada de carne), y que solo contiene bicarbonato sódico (E-500). En marcas blancas, el más recomendable es el Cocktail de snacks de Hacendado (Mercadona) que solo contiene un aditivo, el colorante E-160c (extracto de pimentón). Si tuviera que elegir entre estos dos, me quedaría con el de Hacendado porque contiene aceite de girasol, mientras que Matutano solo indica aceite vegetal, lo que significa que no será un aceite demasiado saludable.

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