Hace poco, una amiga de este blog, Verónica, me sugería dedicar una entrada a las pastillas de caldo de pollo, esas que muchas personas denominan genéricamente «avecrem» en virtud de ese fenómeno ligado a la metonimia que consiste en utilizar el nombre de una marca comercial para referirse a un tipo de producto, algo que ya comenté en la entrada dedicada al queso «philadelphia».
Pues bien, esta semana me voy a meter en faena con las pastillas de caldo de pollo y las de caldo de carne, ya que son muy similares. Antes de nada quiero dejar claro que este tipo de producto no es recomendable para un consumo frecuente o habitual ya que contiene una cantidad muy importante de sal, un ingrediente que por regla general ya tomamos en demasía y cuyo consumo está relacionado con graves problemas de salud como la hipertensión, insuficiencia cardíaca o retención de líquidos, entre otros. Además, la mayoría utilizan grasas nada saludables como la de palma (todos excepto los dos primeros que usan aceite de oliva virgen extra). Así que no abusemos del caldo de pollo/carne.
Tras analizar el listado de ingredientes de 14 productos distintos, he elaborado la habitual tabla con los colores del semáforo.
|
La gran sorpresa de esta semana es que existe una variedad de caldo de pollo y caldo de carne sin potenciadores del sabor (el principal ingrediente junto con la sal de estos productos). Se trata de la variedad «100% Natural» de Avecrem (Gallina Blanca), por lo que no puedo menos que felicitar a esta marca por haber lanzado esta variedad sin ningún aditivo, en el caso del pollo, y con sólo uno en el caso del caldo de carne. Además, esta variedad es de las que menos cantidad de sal contiene (39,3 gr. por 100 gr. de producto), más o menos la misma cantidad que el Avecrem bajo en sal (37,5 gr.) ya que éste asegura reducir en un 30% la cantidad de sal, pero es en comparación con su caldo de pollo tradicional (54,3 gr.). Una cosa más: como suele ocurrir en estos casos, este producto sin aditivos es más caro que el Avecrem normal.
– Glutamato monosódico (E-621): Puede producir en algunas personas el denominado «síndrome del restaurante chino», cuyos síntomas son dolor de cabeza, presión en las sienes y rigidez en la nuca. En las ratas provoca problemas de fertilidad y de aprendizaje (deterioro cognitivo). En esta antigua entrada sobre las aceitunas me referí más detenidamente al glutamato monosódico.Todos los demás, incluido el Avecrem clásico, abusan de los potenciadores de sabor, una clase de aditivos que son tan engañosos como los colorantes: éstos engañan a la vista, mientras que los potenciadores engañan al paladar camuflando la existencia de ingredientes de baja calidad. También sirven para simular que el producto contiene más pollo (en este caso) del que realmente se ha utilizado para hacer el caldo. De otro lado, estimulan el apetito por lo que pueden favorecer la obesidad. Pero eso no es todo, además su consumo conlleva riesgos para la salud. Concretamente:
– Gualinato disódico (E-627), Inosinato disódico (E-631) y 5′-Ribonucleótidos de sodio (E-635): El principal riesgo de estos otros potenciadores del sabor es que una vez ingeridos se transforman en ácido úrico por lo que debe ser evitado por aquellas personas que padezcan gota y también por quienes no deseen llegar a padecerla.
Otro aditivo que aparece en color rojo es el colorante E-150c, caramelo de amonio, que se obtiene mediante el calentamiento de hidratos de carbono en presencia de amoníaco. Según la OCU, el consumo de este colorante puede generar perturbaciones gastrointestinales. Además, en pruebas con ratones, llegaron a producir calambres, disminución del apetito y de los glóbulos blancos. De otro lado, el uso de este colorante solo pretende hacer creer al consumidor que las pastillas de caldo de carne tienen un color oscuro debido a que se ha utilizado para su elaboración más cantidad de carne de la que realmente se ha usado.
Por cierto, en el caso de la marca Hacendado he marcado en amarillo el código E-150 ya que no identifica claramente qué tipo de colorante caramelo contiene. Si fuera caramelo natural, E-150a, no habría problema, pero como no lo especifica no puedo descartar que se trate de otro.
Por último, el caldo de pollo de Maggi añade también el E-339, ortofosfatos de sodio, que en caso de consumo regular puede llegar a disminuir la absorción de calcio.
Conclusión: aunque sea más caro, yo opto por el Avecrem de pollo «100% natural» que no tiene aditivos, utiliza aceite de oliva y la cantidad de sal que contiene es inferior a la del resto de marcas. Eso sí, por cuestiones de salud hay que tomarlo con moderación.
Para elaborar esta entrada he consultado (entre otros):
– «¿Veneno en su plato?» editado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios.
– Guia completa de aditivos alimentarios (MANUALES INTEGRAL)