Icono del sitio No+Aditivos

¿Podemos fiarnos del proceso de autorización de los aditivos?

Hace unos días la agencia de noticias Reuters difundía una información que viene a confirmar lo que ya he comentado en este blog anteriormente: los fabricantes influyen «demasiado» en el proceso de aprobación de los aditivos.

Según un estudio realizado por JAMA InternalMedicine, en las 451 solicitudes de aprobación de aditivos realizadas entre 1997 y 2012 en Estados Unidos, la FDA (organismo encargado de la seguridad alimentaria) se basó para su autorización casi exclusivamente en los informes aportados por los propios fabricantes o personas relacionadas con ellos.

El poder del dinero (epSos.de en Flickr)

Según este estudio, «el 22 por ciento de las evaluaciones de seguridad estuvo a cargo de un empleado del fabricante del aditivo y el 13 por ciento de empleados de empresas consultoras que había contratado el fabricante. Otro 64 por ciento lo presentaron paneles de expertos elegidos por los fabricantes o los consultores. Ningún integrante de los grupos de unas cuatro personas había sido elegido por terceros».

O sea, que son los fabricantes quienes directamente, o bien a través de personas o empresas pagadas por ellos, elaboran los informes que avalan la seguridad de esos aditivos. Y, lógicamente, los propios interesados no van a ser muy exhaustivos a la hora de estudiar los posibles perjuicios de un nuevo aditivo que les puede reportar grandes beneficios.

Esto viene a corroborar la sospecha de la Auditoría General de EstadosUnidos (GAO) en 2010: “el proceso de verificación de la FDA no garantiza la seguridad de las inclusiones en la lista GRAS” -aditivos generalmente reconocidos como seguros (Generally RecognizedAs Safe)-.

En otros casos, como vimos con el aspartamo, se produce el efecto de las “puertas giratorias”, es decir, ejecutivos de empresas entran a trabajar como directivos en los organismos reguladores para “facilitar” la aprobación del aditivo que interesa a dicha empresa. Luego regresa a su puesto original, probablemente con una buena prima en el bolsillo por los servicios prestados.

Para finalizar, y retomando el tema de la influencia de la industria en el proceso de autorización de aditivos, bueno es recordar las declaraciones del psiquiatra Dr.Ralph Walton en el documental “Nuestro veneno cotidiano”, referidas a los estudios que avalaron la seguridad del aspartamo, en las que afirmaba que todos los estudios encargados por las empresas interesadas no detectaron ningún riesgo, mientras que el 100% de los realizados por universidades independientes llegaron a la conclusión de que su consumo representaba algún riesgo para la salud.

¿Será casualidad? La explicación, según el Dr. Walton, es que “trágicamente, el dinero es muy poderoso”.

Salir de la versión móvil