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Nuestro tejido graso almacena buena parte de los tóxicos que nos rodean

Hoy me voy a ocupar de sustancias tóxicas en general. Bueno, en realidad yo no, más bien el Dr. Nicolás Olea, catedrático de medicina de la Universidad de Granada. Lleva veinte años investigando algunos tóxicos que están presentes en nuestro entorno, y son muy frecuentes sus conferencias intentando transmitir la idea de que estamos rodeados de peligrosas sustancias tóxicas que pasan a nuestro organismo y que, además, se transmiten de madres a hijos.

Hace algunas semanas recomendé ver un capítulo del programa El Escarabajo Verde de La 2 en el que se hablaba del Bisfenol A y cuyo protagonista principal era el Dr. Olea y su equipo. En esta entrada de hoy voy a recomendar un vídeo más largo pero que, os aseguro, merece la pena verlo al completo. Se trata de la charla que ofreció en una asamblea de la organización Ecologistas en Acción a finales de septiembre de 2013 acerca de salud ambiental.

Entre otros datos importantes, el Dr. Olea recuerda al comienzo del vídeo que la incidencia de cáncer crece anualmente un 2,3% en la mujer y un 1,7% en el hombre, así año tras año, lo cual es una cifra muy preocupante. Tanto es así que se calcula que antes de los 72 años, uno de cada dos varones habrá tenido al menos un cáncer. En el caso de la mujer será una de cada tres. En el vídeo también desmiente con cifras el argumento de que este incremento se debe al aumento de la esperanza de vida y a la mejora del diagnóstico. Algo totalmente incierto.

Dr. Nicolás Olea / Imagen: Universidad de Granada

También deja claro que toda la porquería que nos llega por el ambiente, la alimentación y demás se va acumulando a lo largo de los años en nuestro tejido adiposo. Se han detectado estas sustancias tóxicas incluso en la placenta, lo que implica que los niños ya vienen al mundo con tóxicos en su organismo. Así, productos que pueden no haber llegado a afectar a la madre, se manifiestan negativamente en los hijos. Para colmo, resulta que las mujeres que retrasan su maternidad tienen más probabilidades de padecer cáncer de mama debido a esa acumulación de tóxicos en el tejido adiposo de las glándulas mamarias. Cuando tienen hijos, ese riesgo se reduce porque esa porquería pasa al hijo a través de la lactancia.

Son reveladores los análisis de orina de la población en busca de tóxicos. En Francia, controlando la alimentación de un grupo de menores, analizaron sus muestras de orina y encontraron 128 residuos químicos de 81 sustancias diferentes, de las cuales 42 son carcinógenos posibles o probables, 5 carcinógenos ciertos y 37 son disruptores endocrinos.

Tal y como ya comenté en la entrada del Bisfenol A, la cuestión está en que todos estos residuos se encuentran dentro de los límites de la legalidad porque se supone que no son peligrosos en esos niveles. Aunque nos lo creamos, que yo tengo mis dudas, resulta que esos límites están medidos y establecidos para compuestos individuales. Es decir, que la cantidad de Bisfenol A (por ejemplo) está dentro de los niveles permitidos, pero sí que se sale de los límites cuando se suma la cantidad de disruptores endocrinos, pesticidas, polibromados, Ftalatos, PFOA… Sin embargo, los organismos reguladores no quieren que se estudie ni se legisle sobre la acción combinada de todos ellos (igual ocurre con los aditivos).

En fin, no quiero extenderme más. Solo apuntar que el Dr. Olea también habla de los plásticos, de los Ftalatos, del recubrimiento perjudicial de las sartenes de teflón, de los parabenes, de las cremas protectoras de la luz solar y muchas otras cosas muy interesantes y que ponen los pelos de punta.

Si no encontráis el momento de verlo de una vez, hacedlo en varias sesiones, pero tenéis que verlo entero. Vuestra salud os lo agradecerá.

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