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Los supermercados Lidl desaconsejan el consumo de algunos colorantes

Esta semana voy a realizar un alto en el análisis de productos para compartir algunos comentarios acerca del compromiso de las cadenas de alimentación con la salud de sus clientes y, más concretamente, con los asumidos por Lidl.

Hoy día, prácticamente todas las grandes empresas cuentan con un programa de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), una especie de compromiso público que consiste en tomar medidas, voluntariamente, que repercuten positivamente en el ámbito social, económico o medioambiental, siendo este último en el que se suele poner más el acento (por ejemplo, Carrefour se comprometió a reducir en un 30% el consumo de energía del Grupo de aquí a 2020, entre otras medidas).

Sin embargo, me ha llamado la atención que la cadena de supermercados Lidl cuente con un apartado específico dedicado a la alimentación saludable en el marco de su RSC. Y, aún más sorprendente, es que uno de los compromisos que han asumido en este ámbito es el de no usar colorantes azoicos en sus productos de marca blanca. Los colorantes que, concretamente, deja de utilizar Lidl (aunque existen muchos más) son:

Imagen extraída de la página web de Lidl
Como el propio Lidl comenta: «No causan reacción alérgica directa, pero pueden potenciar las reacciones alérgicas a otras sustancias, incluidos  los fármacos. Parece ser que ciertos colorantes alimentarios artificiales azoicos podrían empeorar la hiperactividad y el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en combinación con otros aditivos».
Y añade esta recomendación: «No consumir los productos que los contengan, sobre todo si el consumidor es un niño«.
Imagen de Raquel Quijada
Llegados a este punto, es conveniente recordar que el uso de estos aditivos está autorizado por la Unión Europea, aunque se sabe que puede afectar negativamente a la salud de quien los consume (especialmente los niños). Por eso obliga a incluir una advertencia específica en el etiquetado, pero nada más. Es algo parecido a lo que ocurre con el tabaco. Por eso, me hace mucha gracia cuando alguna persona defiende la inocuidad de los aditivos basándose en el hecho de que ‘si están aprobados por las autoridades sanitarias, es que son seguros’… Lamentablemente, en muchos casos, eso no es cierto.
En cualquier caso, no puedo menos que felicitar al Lidl por esta decisión. Aprovecho también para animar a esta empresa y al resto de cadenas de alimentación a que vendan más productos libres de aditivos.
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