Este colorante puede estar contaminado por material proteico procedente de la cochinilla, lo que puede provocar en algunas personas reacciones alérgicas (urticaria, angioedema y anafilaxia) como consecuencia de su consumo. De otro lado, varios estudios científicos relacionan el consumo de este aditivo con un riesgo aumentado de hiperactividad infantil.
Al tratarse de un colorante, por tanto un aditivo completamente innecesario, no merece la pena asumir el riesgo de padecer alguna de las dolencias antes descritas.
Fuentes
– Asma y alergia por el colorante carmín
– Guía de alergias para residentes y Atención Primaria
– ¿Veneno en su plato?
– Guía definitiva para interpretar etiquetas alimentarias
– Guía completa de aditivos alimentarios
– Tabla de aditivos. Los números E