Consumido en dosis altas puede provocar el desarrollo de tumores cancerosos de vejiga en animales de laboratorio. Aunque este efecto no ha sido confirmado epidemiológicamente en humanos, ante la duda es recomendable utilizar otros edulcorantes alternativos. En cualquier caso, su consumo debe ser evitado por quienes sufren algún daño en la mucosa de la vejiga o si se están ingiriendo medicamentos que puedan afectar a dicha mucosa.
De otro lado, cada vez más estudios están encontrando una estrecha relación entre el consumo de edulcorantes artificiales y enfermedades como la obesidad o la diabetes. Un último dato para quienes consumen el E954 para perder peso: la sacarina se utiliza como estimulante del apetito en la cría y engorde de cerdos.
Fuentes
– ¿Veneno en su plato?.
– Guía completa de aditivos alimentarios.
– Tabla de aditivos. Los números E
– Revista Nature
– Diario La Vanguardia
– Infosalus