«Queremos comida de verdad». Pancarta en una manifestación contra los transgénicos.
Imagen de Susan Melkisethian
Esta semana voy a aparcar el análisis de productos para comentar una interesante encuesta de la multinacional de demoscopia Nielsen sobre salud y alimentación.
El estudio de opinión, publicado el pasado mes de enero, se denomina “Somos lo que comemos. Tendencias sobre alimentación saludable en el mundo” y fue realizado en 2014 mediante una encuenta online a más de 30.000 consumidores de 60 países distintos, entre ellos el nuestro.
Los datos que arroja este estudio apuntan claramente a que una parte muy importante de los consumidores prefieren alimentos sin colorantes, sin saborizantes, sin transgénicos y, en general, más naturales y menos procesados. Es más, buena parte de ellos estaría dispuesto a pagar más por productos con estas características.
Nielsen no revela los datos por países, pero sí por continentes. Estas son las cifras recogidas en Europa con respecto a la importancia que da el consumidor a los siguientes atributos saludables en la compra de alimentos:
– Todo natural: 42%
– Libre de transgénicos: 47%
– Sin colorantes artificiales: 42%
– Sin saborizantes artificiales: 40%
Podríamos generalizar diciendo que más del 40% de los consumidores prefiere alimentos naturales, sin transgénicos, sin colorantes y sin saborizantes artificiales. Se trata de una cifra relevante que debería hacer reflexionar a las marcas de manera muy seria. Máxime cuando, según el mismo estudio, entre el 25-30% de los encuestados europeos se muestran dispuestos a pagar más por un producto con estas características. De manera general, el 64% de los encuestados a nivel mundial afirmaron ir a comprar a tiendas especializadas que ofrecen una mayor variedad de alimentos saludables.
A raíz de los resultados de este estudio, Nestlé ha anunciado que, de aquí a final de año, cambiarán en Estados Unidos la composición de sus productos para eliminar todos los colorantes y saborizantes artificiales. Es de suponer que si la medida funciona bien en lo que a ventas se refiere, podrían llegar a ponerla en práctica en otros países.
Me parece una buena iniciativa, aunque incompleta. Me explico: Nestlé va a sustituir los colorantes artificiales por otros de carácter natural. A mí me parecería mucho más positivo si eliminaran los colorantes completamente. Para mí lo ideal sería que los productos tuvieran el color propio de sus ingredientes. Por ejemplo, el reciente caso de la cerveza sin alcochol (e incluso con alcohol) a la que muchas marcas añaden colorante caramelo para que parezca que tiene más cuerpo. O las palomitas de maíz que no necesitan ser azules, ni verdes, ni rojas, sino blancas, que es su color natural.
Hay que reconocer que aquí en España también se van dando pasos, poco a poco, para ofrecer productos alternativos con menos aditivos: el pan de molde 100% Natural de Bimbo, algunas variedades del jamón cocido All Natural de El Pozo, el caldo de pollo Avecrem 100% natural y la empanada de atún La Santiña sin aditivos, por citar solo algunos ejemplos.
Es importante que las marcas sean sensibles a las demandas de los consumidores y, aunque aún no seamos mayoría, somos muchísimas las personas que procuramos consumir alimentos sin colorantes, sin potenciadores del sabor y con la menor cantidad posible de aditivos.