En la entrada anterior realicé un repaso por las palomitas que vienen preparadas para hacerlas en microondas, con la sorpresa de que contenían menos aditivos de los que yo pensaba; alguna marca, incluso, no contenía ninguno.
Esta es la segunda parte de la entrada de las palomitas, y viene a ser como el lado oscuro porque no es normal la enorme cantidad de aditivos que incorpora. De un lado, están las palomitas que ya vienen hechas, lo cual es un absurdo porque como gustan es recién salidas de la sartén (es como esa fea costumbre de los bares madrileños de servir unos churros que llevan dos o tres horas en la vitrina). Y, de otro lado, los sazonadores de palomitas: la idea, al parecer, es que te compras unas palomitas de microondas sencillas y después le hechas esos polvos sobrecargados de aditivos. Veamos la tabla:
Las palomitas ya hechas vienen bañadas con múltiples colores (se supone que para hacerlas más atractivas a la vista), y por eso contienen muchos colorantes. Las de Hacendado utilizan las tradicionales cochinillas machacadas –E-120, carmín-, y también el colorante E-133, azul brillante. Las asociaciones de niños hiperactivos desaconsejan el consumo de este aditivo en los menores, a pesar de que es muy frecuente su utilización en golosinas y polos. También puede ser fuente de reacciones alérgicas, según un estudio de la universidad de Tecnología de Eslovaquia que se comenta con bastante detalle en este blog para padres de la web Pequelia.
Por su parte, las palomitas Frit Ravich contienen los colorantes: E-131, azul patentado, que presenta los mismos riesgos que el comentado antes y del que también se habla en el blog para padres. El E-129 se denomina rojo allura y, según la unidad de alergias del hospital La Fe de Valencia, puede actuar como alérgeno en pieles alérgicas. Además, según un estudio realizado en Estados Unidos con ratas de laboratorio, cuando se consume en exceso se producen alteraciones en la capacidad reproductiva, en la actividad física y en el peso del cerebro. El tercer colorante que encontramos en estas palomitas es el E-102, tartracina, el popular colorante amarillo que se utiliza en la paella como sustituto del azafrán. Mezclado con algunos colorantes azules se obtiene un tono verde. Hay un porcentaje de la población, muy bajo eso sí, que es susceptible de sufrir asma y reacciones cutáneas con este colorante. También se ha visto relacionado con la hiperactividad, por lo que las asociaciones de afectados desaconsejan su consumo y, además, la Unión Europea obliga a incluir un aviso en el etiquetado del producto que lo contiene. De hecho, estas palomitas advierten en la bolsa que «E-102 y E-129 pueden tener efectos negativos sobre la atención y la actividad de los niños«. Como complemento os recomiendo leer esta entrada del blog «Comer sin miedo».
Imagen publicitaria de Popitas anunciando sus sazonadores |
De los saborizantes casi mejor no entrar en detalle ya que se trata de un cóctel de química con aromas de ketchup, queso y demás, acompañados de una docena de aditivos, sobre todo potenciadores del sabor de los que ya he hablado en varias ocasiones y que cumplen la misma función que los colorantes: confundir al paladar haciéndole creer que está tomando algo que en realidad no es. También incluyen el E-310 y E-320 que también menciono en la entrada de los potenciadores del sabor. Otros aditivos desaconsejados son el archiconocido edulcorante aspartamo, E-951, del que tanto hemos hablado ya, y el colorante E-160b, annato, que también hemos repasado con anterioridad.
Muy interesante, como siempre, gracias. Por cierto te atreves con turrones o algo típico navideño? ;-P
Verónica
Hola Verónica.
Gracias por tu comentario. Lo de los turrones voy a tener que dejarlo para el año que viene porque este ya me ha «pillado el toro».
Saludos.
Espero no importunar comentando una entrada un poco antigua.
De los sazonadores lo único que tengo que comentar es que son basura, por no decir otra cosa, potenciadores de sabor en cantidad que están declarados oficialmente como nocivos… ¡he incluso aspartamo! En serio, ¿qué necesidad hay de añadir aspartamo y no simplemente azúcar? Es que me parece absurdo, nadie que coma palomitas de paquete se va a preocupar de evitar el azúcar por engordar o algo así, en cualquier caso los diabéticos, pero aun así no lo veo justificado. Probablemente es porque la asquerosa mezcla de saborizantes requiere un endulzamiento extra para no tener mal regusto o algo similar.
No sé de qué país procederá Frit Ravich, pero se me hace curioso el tipo de aditivos que utilizan (azoicos) cuando en empresas españolas lo normal es usar E 100 para el amarillo y E 120 para el rojo, mucho menos peligrosos (en el caso del E 100, totalmente inocuo).
Las palomitas de Frit Ravich ya de por sí son desaconsejables por añadir tartrazina (E 102), que es uno de los colorantes más peligrosos entre los legalizados, totalmente desaconsejado en niños (los principales consumidores de palomitas de colores) por causar hiperactividad y además ser mutágeno (probabilidad de cáncer), inhibir la actividad de enzimas digestivas (peor asimilación de nutrientes) y provocar alergias especialmente en personas hipersensibles a la aspirina y compuestos similares. Además, el rojo allura y el azul brillante también son nocivos. En general pienso que deberíamos evitar todos los compuestos azoicos, provocan alergias en algunos casos y afectan a la actividad de los niños, pero lo peor es que muchos han resultado ser cancerígenos (hasta ahora los que eran liposolubles y no se eliminaban de forma normal con la orina, pero si queréis mi opinión, no descarto que los hidrosolubles también lo sean en grandes dosis, de hecho el E 133 tiñe tejidos y puede acumularse así).
Como curiosidad, ¿sabes si el E 133 es el colorante azul que hace que la boca se tiña al chupar caramelos? Lo pregunto sobre todo para diferenciarlo «a simple vista» del E 131, que tengo entendido que no pone de color azul la boca.
Hola Biólogo. Nunca es tarde si la dicha es buena 😉
Así que tu comentario es, como siempre, muy bienvenido.
Con respecto a lo que planteas acerca del E-133 y el E-131, me temo que ambos tiñen la lengua cuando son utilizados en golosinas. Y ambos son igual de poco recomendables. Por cierto, que también se utilizan algunos en lociones para después del afeitado y son igual de perjudiciales.
Con este enlace se llega al resumen de un estudio llevado a cabo por investigadores de la universidad eslovaca de Tecnología sita en Bratislava en donde advierten de los riesgos mencionados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.fct.2012.10.027
Gracias por tomarte la molestia de dejar tu comentario.
Saludos.