He aquí la tercera y última de las entradas dedicadas a los zumos y sus sucedáneos. Tras ocuparme del zumo 100% y del néctar, ahora llega el momento de hablar del producto menos recomendable de todos: las bebidas a base de zumos. ¿Por qué lo considero menos recomendable? Por la adición de azúcares/edulcorantes y por el escaso porcentaje de fruta que contienen muchos de estos productos. Veamos la tabla:
Tabla de aditivos en las bebidas a base de zumo
Como se puede comprobar, todas las marcas incluyen azúcares o edulcorantes, cosa que no ocurre con el zumo natural. De otro lado, si bien hay unos pocos productos con una alta proporción de fruta (incluso del 70%), hay muchos otros por debajo del 50%, e incluso algunos con un exiguo 11% (básicamente agua con azúcar y colorante). Es decir, que se trata más bien de refrescos a base de agua, azúcar/edulcorantes y colorantes, a pesar de que muchos fabricantes juegan a la confusión con el tipo de envase y el etiquetado. Eso sí, al menos los colorantes que utilizan (E-100, E-160a, E163) no son perjudiciales para la salud.
Imagen de Mohammed Alborum (CC)
Con respecto a los aditivos, en color rojo aparecen dos edulcorantes que ya comenté en la entrada anterior dedicada al néctar: el E-950 (acesulfamo potásico) y el E-955 sucralosa. También en rojo se encuentra el E-466, (carboximetilcelulosa) ya que, según una reciente investigación, podría inducir inflamación intestinal, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa en humanos.
Por último, en amarillo señalo dos aditivos: E-410 (goma garrofín) y E-412 (goma guar) debido a que en personas sensibles pueden producir alguna reacción alérgica, aunque en la mayoría de la población, no.
En definitiva, si hay que elegir entre un zumo, un zumo a base de concentrado, un néctar o una bebida a base de zumo, siempre la mejor opción es el zumo (si lo exprimes tú en casa, mejor). Además, sabiendo elegir la marca, la diferencia de precio no es significativa. Pero no vayas a creer que beber zumo equivale a tomar la fruta entera porque no es así.
Otras fuentes:
– “¿Veneno en su plato?”. Editado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
– “Guía completa de aditivos alimentarios“.
